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El truco definitivo para limpiar las brochas de maquillaje correctamente

Truco para limpiar las brochas de maquillaje
Brochas de maquillaje.
Janire Manzanas
  • Janire Manzanas
  • Graduada en Marketing y experta en Marketing Digital. Redactora en OK Diario. Experta en curiosidades, mascotas, consumo y Lotería de Navidad.

¿Conoces el mejor truco para limpiar las brochas de maquillaje de manera rápida y efectiva? En los últimos días, se ha hecho viral en redes sociales, y no es de extrañar, ya que es muy fácil de poner en práctica y las brochas quedan impecables. Limpiarlas con regularidad es esencial para prevenir infecciones en la piel, como el acné, ya que estas herramientas acumulan aceites, suciedad y polvo al aplicarlas. Si no se limpian, estas partículas pueden obstruir los poros y causar problemas en la piel. Además, las brochas sucias pueden contaminar los productos de maquillaje, alterando su fórmula y reduciendo su eficacia, lo que afecta tanto al resultado como a la duración de los cosméticos.

Otro aspecto crucial es evitar la distorsión del tono de los productos de maquillaje, especialmente si se usan las mismas brochas para diferentes colores. De esta manera, es posible conseguir un acabado profesional y preciso. Por otro lado, la acumulación de restos de maquillaje puede modificar la textura de las cerdas, lo que dificulta una correcta aplicación y puede dañar la piel. Teniendo todo esto en cuenta, queda claro que limpiar las brochas ayuda a mantener su calidad y asegurar un maquillaje más profesional, y a continuación te explicamos el truco más efectivo para hacerlo.

El mejor truco para limpiar las brocha de maquillaje

La limpieza de las brochas de maquillaje es esencial para garantizar su durabilidad y evitar problemas en la piel, como irritaciones o infecciones. Aunque no siempre se percibe la suciedad a simple vista, las brochas acumulan restos de productos y partículas que pueden ser perjudiciales.

Por ello, es importante seguir ciertos métodos de limpieza para mantenerlas en buen estado y lograr un acabado perfecto en el maquillaje. Para limpiar las brochas, se puede utilizar agua y jabón, frotando las cerdas en un guante o toalla y asegurándose de secarlas boca abajo para evitar la acumulación de humedad en la virola, lo que prolongará la vida útil de las cerdas.

Otra opción es usar productos específicos de limpieza, como sprays diseñados para desinfectar las brochas. Estos se aplican directamente y se retiran con un papel seco. La frecuencia de limpieza depende del uso, pero se recomienda al menos una vez a la semana para brochas que se utilizan habitualmente.

El resto de herramientas de maquillaje en general también se deben limpiar, aunque con menor frecuencia, especialmente las utilizadas para fórmulas en polvo. Para un secado adecuado, lo mejor es ponerla boca abajo o, en su defecto, en posición horizontal. Adquirir un soporte para brochas puede facilitar esta tarea y evitar el deterioro de las herramientas.

Paso a paso

  1. Coloca un poco de jabón o champú para el cabello en la palma de un guante exfoliante. Añade un chorrito de agua para crear espuma.
  2. Coge la brocha de maquillaje y frota sobre el guante con movimientos circulares y enérgicos. Esto ayudará a remover la suciedad y cambiará el color de la brocha a medida que se limpia.
  3. La espuma generada te permitirá lavar varias brochas sin necesidad de añadir más jabón.
  4. Para las esponjas de maquillaje, simplemente enjuágalas con agua y jabón, y déjalas secar.

Guarda las brochas en un estuche específico para mantener su forma y evitar que se despeinen. Asegúrate de almacenarlas en un lugar seco y aireado para preservar su calidad.

Consejos de uso

Las brochas se dividen en diferentes tipos según el uso y la forma. En cuanto al tipo de cerdas, existen naturales, que son ideales para productos en polvo por su suavidad, y artificiales, que ofrecen mayor precisión con productos en crema. Además, el mango de la brocha, hecho de madera o plástico, influye en la comodidad y el control de la misma a la hora de maquillarse. La densidad de las cerdas también es crucial, ya que una brocha con cerdas poco densas puede afectar la distribución del producto.

En términos de forma, las brochas pueden ser angulares, rectas o en forma de abanico. Las brochas angulares se recomiendan para contornos específicos, las rectas para aplicar colorete y polvos traslúcidos, y las de abanico para iluminar o limpiar el exceso de producto. Cada tipo de brocha tiene una función particular según el producto que se aplicará, como polvos, base, contornos, colorete o correctores, y también dependiendo del área a maquillar, ya sea ojos, labios o cejas.

Finalmente, cabe recordar que el cuidado de las brochas es esencial para mantener su eficacia y prolongar su vida útil. En primer lugar, es importante separar las brochas de cerdas naturales y artificiales para un adecuado proceso de limpieza. Para desinfectarlas, basta con remojarlas en una solución de agua y vinagre, y a continuación limpiarlas con agua tibia y champú. Las brochas se deben secar boca abajo o en posición horizontal para mantener su forma original, evitando el deterioro de las cerdas.

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